Arte y Espectáculos

Charly García cumple 71 años

Es unas de las figuras más importantes e influyentes en la historia de la música argentina. Se encuentra en plena producción de su nuevo disco, sobre el cual adelantó que se llamará "La lógica del escorpión".

El mítico músico Charly García cumple hoy 71 años y en muchos puntos del país decidieron homenajearlo, incluso algunos vecinos lo celebraron en la esquina de su casa.

El nacido en Buenos Aires trascendió generaciones, momentos históricos de la Argentina y mucho más a través de sus canciones que reunieron a cientos de miles de fanáticos.ico

Cantautor, vocalista, multi instrumentista y productor discográfico, Charly se convirtió en unas de las figuras más importantes e influyentes no solo en la historia de la música en la argentina, sino también en la latinoamericana.

Nacido el 23 de octubre de 1951 en una familia de buen pasar económico en el barrio porteño de Caballito bajo el nombre de Carlos Alberto García Moreno, inició sus estudios musicales a los cuatro años en el Conservatorio Thibaud Piazzini, donde recibió una rigurosa educación artística que le permitió aprender a tocar de manera prematura obras de Bach, Mozart y Chopin, entre otros clásicos.

Su vida cambiaría, según sus propias palabras, cuando descubrió la música de The Beatles, la banda de la que dijo que “había inventado la juventud”, y decidió darle rienda suelta a su reprimido impulso de componer música.

Con Nito Mestre, su compañero de la secundaria Dámaso Centeno, formó Sui Generis, donde desplegó, hasta su separación en 1975 con entonces inéditos recitales multitudinarios en el estadio Luna Park, una obra viva hasta el día de hoy.

La segunda mitad de los ’70 mostró a un García más cercano al rock progresivo, el cual asumió de manera magnífica, uso de Mellotron mediante, en La Máquina de Hacer Pájaros y, más tarde, en Serú Girán, formación en la que también brillaban David Lebón, Oscar Moro y un joven Pedro Aznar.

Este período se caracterizó además por la capacidad de Charly para contar el oscurantismo al que la dictadura cívico-militar había sometido a la Argentina, sobre todo a partir de canciones como “No te dejes desanimar” de La Máquina y “Canción de Alicia en el país“, de Serú.

En “Peperina”, de 1981, el último disco de estudio de Serú Girán, García anticipó lo que vendría en su etapa solista. Trabajos como “Yendo de la cama al living” y fundamentalmente “Clics Modernos“, marcaron el ingreso del rock argentino a la modernidad, con influencias de la new wave y el uso de máquinas.

En 1984, Charly editó “Piano Bar“, un disco en donde regresa a un sonido más rockero, sobre todo a partir del recurso de volver a grabar con una banda estable (integrada, entre otros, por un joven Fito Páez). “Demoliendo hoteles”, “Cerca de la revolución” y “Raros peinados nuevos” son algunos de los temas destacados de este gran trabajo.

Tras un frustrado proyecto de disco conjunto con Luis Alberto Spinetta del que apenas sobrevivió el icónico “Rezo por vos” y el lanzamiento de “Tango“, un disco con Pedro Aznar con una fuerte presencia electrónica, en 1987 editó “Parte de la religión“, donde sintetiza su gusto por las innovaciones tecnológicas y la energía de una banda tocando en vivo. Las publicaciones de “Como conseguir chicas” y “Filosofía barata y zapatos de goma”, dieron paso al fallido aunque redituable regreso de Serú Girán, hasta que en julio de 1994 grabó “La hija de la lágrima“, su séptimo disco de estudio presentado como una ópera-rock que contempló piezas instrumentales, canciones memorables como “Víctima”, otras pegadizas como “La sal no sala” y “Chipi-chipi” y un concepto sonoro que marcó el rumbo de lo que vendría.

En medio de una producción caótica y dispar (que incluyó “Estaba en llamas cuando me acosté”, un “Unplugged” para la cadena MTV, “Say no more”, “El aguante” y dos discos en vivo: “Demasiado ego” y “Charly & Charly”, que registró un recital privado para el entonces presidente Carlos Menem), compartió con su amada amiga Mercedes Sosa el excepcional “Alta fidelidad” (1997).

Tras un recital gratuito compartido, el nuevo siglo lo encontró arrojándose desde el noveno piso de un hotel mendocino a una pileta de natación tras una febril noche, reponiendo la dupla con Nito Mestre (a partir de “Sinfonía para adolescentes”) y publicando discos como “Influencia” y “Rock and roll yo”, hasta una crisis psiquiátrica y por adicciones de la que fue rescatado por Ramón “Palito” Ortega.

El lento regreso a la actividad incluyó la salida de “Kill Gil“, la puesta “Líneas Paralelas (Artificio imposible)” en el Teatro Colón y un nuevo disco, “Random”, lanzado en febrero de 2017, además de esporádicos recitales titulados “La Torre de Tesla” en los teatros Coliseo y Gran Rex y el estadio Luna Park que agotaron localidades y funcionaron como postales de una vida artística genial que se celebra y se recrea y a la que le sumará –al menos- un disco más que está prácticamente terminado.

Volviendo al presente, y casi 60 años después de meterse entre las principales figuras del país, Charly García cumple 71 años y su música está más viva que nunca: se encuentra en plena producción de su nuevo disco, sobre el cual adelantó que se llamará La lógica del escorpión.

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